Desde la Comisión de Economía, queremos compartir con todos las cuentas de la Parroquia. Aunque en otras ocasiones hemos hablado del tema económico, no está de más volver a hacerlo, porque queremos INSISTIR EN UNOS PUNTOS:
• Nos auto-financiamos, aunque los recursos cada vez son menores. No recibimos ningún dinero ni subvención, y pretendemos la edificación del Templo definitivo. Por lo que, además de afrontar los gastos más o menos habituales, intentamos que nuestra comunidad crezca. El destino de los escasos recursos de que disponemos se encaminan a:
1. Devolución de préstamo para la construcción del Templo actual, y gastos normales del mismo: suministros, limpieza, conservación, actividades pastorales, seguros…
2. Gastos de caridad y solidaridad con otras instituciones
Las cuentas, de forma más detallada, podéis encontrarlas en el tablón de anuncios de la entrada del Templo y en algunos de los boletines.
• Cada día la demanda de los más necesitados, aumenta a través de Cáritas.
El Obispado tutela y ayuda en sus posibilidades. Pero nuestros recursos son insuficientes. Y cada día somos más, falta espacio. No solemos pensar en ello; y otras personas piensan que con la casilla de la declaración de la renta es suficiente. PUES NO. LAS SUSCRIPCIONES SE HACEN IMPRESCINDIBLES Y ES LA ÚNICA MANERA DE QUE NUESTRA COMUNIDAD CREZCA, SEA MÁS ACOGEDORA Y ACTIVA. Por tanto, SOLICITAMOS ENCARECIDAMENTE que todos los fieles de la comunidad hagamos un esfuerzo y colaboremos, en el sostenimiento de nuestra Parroquia; A TRAVÉS DE SUSCRIPCIONES. Disponemos de unas 50 y precisaríamos un mínimo de 100. ( boletín de inscripción)
El Obispado, dentro de sus posibilidades respalda a las Parroquias, pero cada día dispone de menores medios. POR LO QUE ES DE VITAL IMPORTANCIA, QUE EL QUE LO CREA CONVENIENTE, MARQUE LA CASILLA ADECUADA EN LA DECLARACIÓN DE HACIENDA. No obstante, debemos recordar, que CADA PARROQUIA con las suscripciones bancarias, colectas, donativos y las diversas aportaciones de los fieles, con motivo de los sacramentos que se celebran, conforman su propio presupuesto. El estado NO mantiene a la Iglesia; ésta debe autofinanciarse a través de los fieles, que colaboran con donativos o trabajos específicos desinteresados.